Son muchas las incertidumbres que se te presentan cuando estás pensando en salir al camino, sobre todo mientras estás pensando en ir a él y cuando lo estás preparando y se va acercando el momento de afrontar el reto.
Desde mi experiencia te diré que no deberías obsesionarte con esas cosas y que si dudas no deberías ir. Cuando vayas debes estar seguro de que quieres hacerlo y entonces irás ganando en seguridad y empezarás a despejar todas las dudas que se te puedan plantear. Al camino hay que ir abierto a que pase de todo y casi siempre será muy satisfactorio. No se puede ir con miedo, con temor a que no vas a poder o a que se te van a plantear situaciones complicadas.
Siguiendo la premisa del libro “El poder del AHORA”, te diré que el futuro no se puede ni adivinar ni vivir y por tanto toda elucubración que puedas hacer sobre lo que puede ocurrir cuando empieces el camino está condenada a ser errónea. Solo puedes vivir el momento, el presente y ese se te presentará en el momento que digas “voy”. Cuando estás yendo al camino irás cambiando tu forma de sentir lo que puedes encontrarte, reordenarás tus pensamiento y empezarás a sentir una mayor armonía y confianza en lo que te propones hacer, te relajarás y fluirás con todo lo que te rodea e irás subiendo los escalones de uno en uno y realizando la inmersión en la aventura sin sobresaltos y con la mente tranquila.
Se trata de vivir cada paso que des, disfrutar cada situación que te encuentres (aunque no sea la más agradable), de recibir todo lo que se te presente con el mejor de los ánimos y con una sonrisa (tanto por dentro como por fuera). Lo que te toque en cada momento lo tienes que considerar “como si lo hubieras elegido tú”… ese es el secreto para disfrutar con todo (la lluvia, el viento, la nieve, el calor... las moscas, los pesados, el tipo ese que no piensa en los demás etc).
Sufrir en el camino es un absurdo ya que a lo que vas es a disfrutar del paseo, del esfuerzo de llevar la mochila a la espalda, de la naturaleza, de la gente, de los momentos de intimidad contigo mismo…
Los incidentes que puedan ocurrirte todos tendrán solución, SEGURO!
No obstante, tienes que adoptar ciertas medidas de seguridad para evitar situaciones indeseadas. Cuida de tu documentación y de tus recursos –dinero, tarjetas etc-, para que no te encuentres con problemas de que algo cambie de sitio y no puedas disponer de ello.
Para los problemas físicos siempre tendrás a alguien que te ayude a solucionarlo (los hospitaleros, algunos sitios que te facilitan masajes, otros peregrinos que se ofrecen a ayudarte…). Los problemas más importantes se solucionan a través de los hospitaleros y si fuera necesario con la colaboración de la Guardia Civil que está siempre dispuesta a ayudar, velando por la seguridad de los peregrinos y colaborando en solucionar cualquier tipo de problemas. Ya sabes… ante cualquier problema serio siempre tienes el 112 que se pondrá en contacto con quien proceda para que te ayuden; lo único que tienes que hacer es exponer bien tu situación y el lugar donde te encuentras.
